Un gran número de personas adoptadas, a causa de la adversidad temprana sufrida en el pasado, tienen dificultades para realizar tareas ejecutivas de forma satisfactoria, o de organizarse como adultos, o no consiguen la madurez completa tal y como la entendemos.
A pesar de haber recibido apoyo durante la escolaridad, al acercarse a la vida adulta muchas van a requerir ayuda y protección para conseguir una emancipación personal y laboral.
La discapacidad, si existe, se reconoce de manera oficial mediante grados. Este reconocimiento es un recurso útil que puede ser utilizado o no por la persona que lo adquiere.